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domingo, abril 14, 2024

Nutrición y fertilidad

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En el caso de la fertilidad tanto las mujeres como los varones que buscan un hijo deben revisar sus hábitos nutricionales y corregir en su caso si hay algún desajuste, con el objetivo de mejorar su capacidad reproductiva.

Diversos estudios sugieren que el déficit de ciertos nutrientes afecta a la capacidad reproductiva, Muchas de las causas de dificultades para la fecundación responden a cambios en los hábitos de alimentación, por lo que el cuidado de la dieta es fundamental. Diversos estudios apuntan a la deficiencia de algunos nutrientes como el ácido fólico, el zinc y los antioxidantes como causantes de la capacidad reproductiva en el hombre como en la mujer..

Elementos nutricionales importantes a tener en cuenta

Antioxidantes:

Los antioxidantes tienen especial relevancia, pues diversas sustancias ambientales a las que estamos expuestos cada día (pesticidas, insecticidas, metales pesados,…) y elementos nutricionales como los alimentos ricos en grasas de origen animal, son tóxicos para el sistema reproductor por su efecto oxidativo (radicales libres, responsables del envejecimiento celular). Estos efectos pueden ser contrarrestados con una dieta rica en antioxidantes como la vitamina C (responsable de la calidad espermática, está presente en los cítricos, tomates y pimientos), vitamina E (promueve la ovulación y favorece la implantación en el útero, está presente en el germen de trigo, aceite de oliva y frutos secos), vitamina A (presente en las grasas lácteas y leche entera), beta caroteno, que es el precursor de la vitamina A (presente en zanahoria, tomates, calabaza, albaricoque, hortalizas de color anaranjado-rojizo y verduras de hoja verde).

Como vemos, las frutas y las verduras son los alimentos con mayor concentración de antioxidantes, por lo que nuestra apuesta sería asegurar a diario al menos tres raciones de fruta y dos de verdura para mejorar la salud reproductiva y en definitiva mejorar la fertilidad. Esta afirmación está avalada en varones por diversos estudios que cuantifican el consumo diario de frutas y verduras en los hombres y demuestran su correlación con el número y movilidad de los espermatozoides.

Omega 3

Los ácidos grasos esenciales (omega 3), preferiblemente procedentes de fuentes vegetales y pescados, parecen claves en el proceso de la ovulación y la fertilidad masculina. Están presentes sobre todo en los pescados grasos.

Ácido fólico

El ácido fólico merece una mención especial, por su importancia para prevenir malformaciones congénitas en el futuro bebé (tanto en la mujer como en el varón). Su déficit disminuye el número y movilidad de los espermatozoides por lo que ya se está empezando a suplementar en algunos varones previamente a la concepción, como ya se viene haciendo en la mujer. Está presente en las verduras de hoja verde, legumbres y cereales integrales.

Zinc

El zinc es importante, ya que su déficit se asocia en la mujer a irregularidades del ciclo menstrual y en el varón a disminución de la cantidad y la movilidad de los espermatozoides y alteración de los niveles de hormona masculina (testosterona). Los alimentos que lo contienen son carnes magras, pescados marinos, mariscos y huevos; en menor proporción en legumbres y frutos secos.

Selenio

Mención especial merece el selenio, este oligoelemento participa en la función reproductiva mejorando la calidad del semen (número y movilidad de los espermatozoides), tiene capacidad antioxidante y favorece la secreción de testosterona. Por ese motivo se han comercializado suplementos con selenio sólo o asociado a vitamina E. Sin embargo el consumo excesivo podría resultar contraproducente, por lo que su utilización debería siempre estar controlada por el médico.

Recomendaciones generales:

  1. Dieta variada:

Dieta variada que incluya sobre todo frutas y verduras, para asegurar el aporte necesario de vitaminas, minerales, oligoelementos y antioxidantes (hierro, zinc, ácido fólico, selenio,…) cruciales para la salud reproductiva. No debemos olvidar incluir grasas saludables (frutos secos, aceite de oliva), proteínas (las de origen animal, preferentemente del pescado) y productos lácteos.

  • Necesidades individuales específicas

Variedad no es sinónimo de cantidad: “…de todo pero con moderación…”. La dieta debe adaptarse al peso corporal, ya que tanto el exceso de peso como el bajo peso afectan seriamente a la fertilidad tanto en mujeres como en varones. Debe ser una alimentación “suficiente y de calidad”.

  • Alimentos naturales

Productos naturales frente a los elaborados, ya que éstos últimos pueden contener pesticidas, conservantes y otros productos químicos que pueden actuar como “disruptores hormonales”, causando desajustes en los ciclos ovulatorios o en la producción de espermatozoides.

  • Evitar hábitos tóxicos

Alcohol, cafeína y colas deben ser evitados por sus efectos nocivos tanto en la formación de espermatozoides, como en la maduración de los óvulos y su facilidad para ser fecundados

Por todo ello, cuando una pareja se plantea tener descendencia, es importante la evaluación de la alimentación, para detectar si existe algún desorden nutricional que esté afectando su fertilidad.  En caso necesario se debe considerar la valoración por un experto en nutrición para asegurar la dieta correcta.

Artículo realizado por el Nutricionista:

Lic. David Mojica – Facebook

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