Luego del nacimiento del bebé, son muchas las tareas que tienen los nuevos padres y una de ellas es velar por la salud de su hijo. Para ello y más, está el pediatra; un especialista dedicado específicamente a los niños y las posibles enfermedades que puedan presentar.
Es muy común escuchar el término ya que, probablemente, estuvimos en contacto con algún médico de este tipo durante nuestra infancia. Sin embargo, existen algunas inquietudes que todos los papás, especialmente los nuevos, pueden presentar respecto al rol que cumple este profesional. Así que, gracias a ello, hemos decidido traer este artículo para ti. Aquí encontrarás mucha información de utilidad que te ayudará a aclarar las dudas que tienes. ¡No dejes de leer!
¿Qué es la pediatría?
Como es obvio, un pediatra es aquel médico que ejerce funciones dentro de la rama médica llamada “pediatría”, por lo tanto, es importante conocer qué significa esta palabra. De este modo, podemos definirla como la especialidad de la medicina que se encarga del estudio y cuidado de los niños y sus enfermedades.
Este punto es muy importante, y es aquí donde debemos prestar más atención; la pediatría no solo se encarga de tratar al niño enfermo o al paciente que presente dolencias, un médico pediatra estudia también al niño sano. Es decir, no solo se debe acudir a un pediatra cuando haya alguna afección sino que, a la medida de lo posible, se debe solicitar la ayuda de un especialista en esta área para llevar un buen control sobre la salud general del niño.
¿Por qué es esto necesario? Pues, porque la niñez es la etapa en la que se evidencia el mayor porcentaje de crecimiento y desarrollo. Debido a ello, el organismo necesita estar en óptimas condiciones, recibir nutrientes necesarios, evitar prácticas que le puedan causar daño, entre otros. Y es ahí, concretamente, donde entra en juego el doctor. Él es quien podrá guiarte respecto a todo lo referente a la vida saludable de tu pequeño.
De igual manera, es la edad en la que podemos conocer a profundidad cómo funciona el cuerpo de nuestros niños, además de entender cuáles son sus requerimientos específicos y qué podemos hacer para ayudarlos a mejorar su estilo de vida y hábitos, incluyendo su alimentación.
¿Qué podemos decir de la pediatría en un sentido cronológico?
Para hacer más sencillo este planteamiento, hay muchas personas que aún no saben debidamente la edad en la que deben llevar a su hijo al pediatra. Lo cierto es que, cronológicamente hablando, la pediatría abarca desde el nacimiento hasta la adolescencia, aunque este hecho puede variar en cada país ya que diversos organismos internacionales pueden extender o acortar el rango de edad.
No obstante, de forma general, podemos decir que un paciente pertenece al área de pediatría desde sus 0 años hasta los 14 o 18 años (de acuerdo al territorio). Dentro de este lapso de tiempo, se definen los siguientes períodos:
- Recién nacido: hasta una semana después del nacimiento.
- Neonato: hasta un mes después del parto.
- Lactante menor: del primer al doceavo (12º) mes de vida.
- Lactante mayor: del primer (1º) al segundo (2º) año después de nacer.
- Preescolar: de 2 a 5 años de edad.
- Escolar: de 6 a 10 años de haber nacido.
- Preadolescente: hasta los 12 años.
- Adolescente: hasta los 14 o 18 años edad.
Visitas al médico: ¿Con qué frecuencia debo llevar a mi hijo al pediatra?
Ya hemos comentado que las visitas al pediatra son esenciales al para que tu bebé alcance un un buen estado de salud físico y emocional. Por esa razón, te contamos cuán frecuente se recomienda que hagas visitas a este especialista:
- Al nacer: la primera consulta con el pediatra es indispensable, así el médico monitorea las primeras horas de vida del niño.
- Primeras dos semanas: en este período se colocan las vacunas principales.
- Cada dos meses: antes del primer año, se aconseja llevar al infante al pediatra a los 4, 6 y 8 meses.
- Una vez al año: después de los dos primeros años de nacido, se debe llevar al niño a una consulta anual.
Importancia de la pediatría.
Es inevitable no relacionar la pediatría con la prevención y de ahí parte su nivel de importancia. Esta rama de la medicina es, entre todas, la que más dirige su enfoque hacia el cuidado de la salud mucho antes de que una enfermedad aparezca. Lo comentamos al inicio del post, un pediatra está a cargo de la salud del niño sano para evitar, frenar o ralentizar la aparición y desarrollo de enfermedades.
Estos especialistas vigilan de cerca el crecimiento infantil, lo que puede evitar que se presenten problemas a futuro y, al mismo tiempo, provee toda la información que se necesite para que los pequeños de la casa crezcan fuertes y vivan sus años de inocencia de forma saludable. Aunado a ello, es en este periodo en el que se llevan a cabo procesos médicos fundamentales como la vacunación.
¿Por qué debes decidirte a ir al pediatra?
Lo hemos mencionado a lo largo del texto pero vale la pena repetirlo de forma resumida. Y, además, poseen otras capacidades que pueden ser de apoyo para ti. A saber:
- Puede ayudarte a determinar cuáles son las mejores prácticas para que tu hijo lleve un estilo de vida saludable.
- Si hay presencia de alguna enfermedad o malformación congénita, asiste en los cuidados necesarios para evitar que la patología se desarrolle o empeore.
- Brinda tips para evitar lesiones, infecciones y enfermedades.
- Es tu guía durante los primeros años de vida de tu hijo, etapa en la que debes conocer puntualmente sus necesidades.
- Trata aquellas condiciones o afecciones consideradas graves para evitar que afecten negativamente el crecimiento o desarrollo de la vida del paciente.
- Verifica los parámetros que indican el buen desarrollo del niño con la finalidad de conocer si todo marcha bien en su cuerpo u organismo.
¿Ves todo lo que la pediatría puede hacer por ti? ¡La salud de tu niño requiere de un especialista tan bueno y preparado como un pediatra lo es!
