Desde el punto de vista moral y religioso las relaciones sexuales antes del matrimonio suele ser un tema muy controversial. Las personas incluso podrían encontrase divididas en bandos, destacando uno en donde se asegura que lo mejor es esperar hasta luego de casarse para iniciar una vida sexual activa y otro que el que no se asume que el matrimonio es un condicionante para iniciarla.
Para leer este artículo debes quitarte las gafas de moralidad y ponerte las de la conciencia, pues estas procuran fomentar la toma de decisiones basadas en la información.
Es sabido que el ser humano es un ser con múltiples dimensiones: biológica, psicológica, social y espiritual; además es un ser sexuado y como tal expresa la sexualidad de diferentes formas en cada etapa de la vida. Es así como existen elementos de sexualidad en el bebé, en la etapa preescolar, en la adolescencia, en la adultez y en la vejez, cada etapa trae consigo sus propios retos y aprendizajes.
Si eres un adolescente o joven y estás en una relación de noviazgo, probablemente te estés preguntando o considerando tener relaciones sexuales prematrimoniales, para ello te propongo valorar tu decisión siguiendo las siguientes pautas.
En principio, debes saber que esta es una decisión muy personal, que debe ser tomada desde tu espontanea voluntad y convicción. La brújula que guíe tu decisión no puede ser un estado civil, más bien lo debe ser la madurez y la consciencia que solo dan la información y el conocimiento.
En segunda instancia, valora qué otras opciones previas al coito (relaciones sexuales con penetración) tienes para vincularte más con tu pareja, por ejemplo, salidas al cine, caminatas y excursiones, picnics y cenas románticas, leer libros, ver series, dedicarse poesía, sexo sin penetración, masajes, etc. Sea cual sea la que elijas debes estar plenamente consciente de tus límites y tu pareja debe respetarlos.
Como tercer punto, si en tu cabeza aun ronda la idea de dar el paso hacia las relaciones sexuales coitales, interioriza que estas nunca deben ser exigidas, aun cuando previamente distes tu consentimiento y luego te retractes, tu decisión debe ser respetada. Además, debes preguntarte si realmente deseas tenerlas y no solo estás cediendo ante los deseos de alguien más. Pregúntate también si conoces y confías lo suficiente en tu pareja, recuerda que lo que forja vínculos en un noviazgo, no es lo que pasa dentro de la cama, sino lo que sucede fuera de esta; es decir qué aporta esta persona a tu vida afectiva y emocional, ¿es esto positivo o solo añade estrés?
«Quitarte las gafas de moralidad y ponerte las de la conciencia.»
Si tus respuestas a las preguntas anteriores son positivas y te hacen sentir en armonía entre tus pensamiento y emociones, por lo que te das cuenta que tu decisión es un ¡sí! respecto a iniciar una vida sexual activa con tu pareja, toma en cuenta que todas las decisiones sexuales tienen consecuencias y será tiempo de que te prepares económica, psicológica y emocionalmente para ser responsable, buscando acceso a información sobre servicios de salud sexual y reproductiva, prevención del embarazo, así como ITS/VIH.
Para cerrar es importante que reflexiones y converses con tu pareja la decisión que has tomado, comunícale tus miedos y deseos, establece límites claros y obtén el compromiso de tu pareja para respetarlos. Obtenido lo anterior, entonces será tiempo de llevar a cabo tu decisión, recordando que esta implica un proceso de madurez y esta nueva etapa en tu desarrollo sexual implica un estar consciente sobre lo que haces y por qué lo haces, priorizando qué es lo mejor para ti y tu pareja, porque la sexualidad libre, consciente y responsable se disfruta desde la comprensión, el cuidado, el aprecio, el respeto, la responsabilidad y la fidelidad.
Artículo realizado por: Lic. Josseling Acevedo – Psicóloga Clínica
Excelente articulo, me gusta mucho porque promueve ver la sexualidad como etapas. Me gustaría agregar que tener relaciones coitales es un paso importante, en ocasiones se tiene muchas dudas, y es importante hablarlo con alguien de confianza, para ayudar aclarar algunas ideas.